viernes, 16 de noviembre de 2012

Presentación de Patricio Pron en La buena vida


Este es el texto que Patricio Pron leyó en la presentación de Todos los besos del mundo de Félix Romeo en la librería La Buena Vida, y que se puede consultar en su blog:

"Ejercicios de ventriloquía:

No existe ninguna razón para que la voz de un escritor sea también la de sus personajes, por supuesto, pero uno repara en ello en pocas ocasiones, por ejemplo cuando lee Todos los besos del mundo, la selección de los cuentos de Félix Romeo preparada por Eva Puyó y Chusé Raúl Usón y publicada recientemente por la editorial Xordica. Allí, Romeo (que tenía una voz estentórea) reúne a un puñado de personajes que hablan en susurros, perplejos como están por la belleza y la desgracia de este mundo: escritores que no pueden dejar de pensar historias mientras su pareja se deshace ante sus ojos, padres que ponen pistolas en la cabeza a las personas, luchadores zaragozanos que son destrozados en los cuadriláteros de la Ciudad de México, hijos que visitan a sus padres en la cárcel para proponerles un arreglo insostenible, actores que huyen unos de otros durante un viaje, un niño que ve un cordero bicéfalo en un verano decisivo en Castellón, catadores de quesos que quieren aprender francés, una pareja que vive una vida que (como todas) tiene lugar sobre un cementerio desconocido. Aquí sucede algo notable, y es que todas estas historias y sus personajes oscilan en torno a hechos que no pueden ser mencionados o a pequeños acontecimientos cuya significación real es indescifrable y oscura: desplazamientos a ninguna parte, carreteras perdidas de alguna provincia española, viajes a congresos vitivinícolas que dejan tras de sí cinco camas rotas. Ahora que Félix Romeo ha terminado su viaje (un viaje, por otra parte, que hubiéramos querido que fuese más largo, aunque posiblemente no hubiese podido ser más feliz), uno repara en el hecho de que, como sucede en algunos otros de sus libros y en la magnífica novela póstuma Noche de los enamorados (Barcelona: Literatura Mondadori, 2012), en su obra, los únicos personajes que se detienen son aquellos que han sido encarcelados; aunque, por supuesto, su detención es sólo física: por dentro siguen girando obsesivamente en torno a sí mismos y a las razones de su encierro. Félix Romeo también conoció la cárcel (estuvo en la de Torrero entre 1994 y 1995 por insumisión) y es posible que esa sea una de las razones por las que estos ejercicios de ventriloquía reunidos en Todos los besos del mundo abundan en espacios abiertos. Félix Romeo no se detuvo jamás, y ahora que su obra parece estar concluida, a uno le resulta difícil imaginar que esa conclusión sea también la suya propia; prefiere imaginarlo en algún viaje, pensando como algunos de sus personajes en las potencias de la ficción para transformar el dolor en belleza, la desgracia en alegría, los finales en comienzos."

Eva Puyó, coeditora del libro, y la directora y guionista Ángeles González-Sinde acompañaron a Patricio Pron en la presentación. 

Si quieres ver más fotos pincha aquí:
Presentación "Todos los besos del mundo" de Félix Romeo en Madrid

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